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Aunque no es fácil trazar el retrato robot de un alérgico, sí existen pruebas concluyentes acerca de su frecuencia. Se sabe, por ejemplo, que afecta en mayor proporción a mujeres (de entre 40 y 60 años) que a hombres, a niños que a adultos.

En España ocho de cada diez afectados han experimentado los primeros síntomas (rinitis, asma etc.) antes de los 14 años. También se ha detectado una mayor incidencia de alergia entre los trabajadores de la industria que entre los del campo, y se ha comprobado que su frecuencia es mayor entre los habitantes del interior de lapenínsida, especialmente de los grandes núcleos urbanos, que entre los de la costa.

Pero sin duda, el colectivo más afectado es el de la población infantil. Ello es debido, en parte, a que durante los meses de embarazo, muchas madres viven en ciudades con abundante polución e ingieren alimentos ricos en conservantes, colorantes y saborizantes.

Después de nacer, el niño entra en contacto directo con pinzas de plástico, gotas, prendas lavadas con detergentes, etc, y la alimentación es en un porcentaje elevado artificial. En opinión de especialistas, los niños que sufren alergia alimentaria han recibido lactancia artificial, alimentos preparados o comida de adultos muy precozmente.

Aunque no hay ninguna constitución que concretamente defina a un niño alérgico, si suele considerarse característico, en opinión del doctor Antonio Sastre Castril lo, el que generalmente tiene una piel áspera y seca por todo el cuerpo. Y en las corvas y cara anterior de los codos suele presentar lesiones de eczemas.

Las manifestaciones alérgicas en los niños se traducen en rinitis y asma, pero la más característica es la dermatitis atópica, que no aparece nunca en adultos salvo que se padezca desde la infancia. Normalmente, estos riesgos existen en mayor medida para los niños que tienen antecedentes de alergia en la familia.

Predisposición genética

En este sentido, se ha comprobado que un factor de riesgo importante que predispone a padecer la enfermedad es el genético. Así, se estima que el hijo de padres alérgicos tiene aproximadamente un 50 % de posibilidades de resultar afectado, disminuyendo esta proporción a la mitad si es sólo uno de los padres quien padece el problema.

De ahí que se diga con frecuencia que hay familias enteras de alérgicos. En la actualidad no existen dudas acerca del factor hereditario.

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